La Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad y Animas del Santo Malvar es una hermandad sacramental católica de la ciudad de León, fundada en 1663 por Don Pedro de Villafañe en el Hospital de San Antonio Abad, con sede en Santa Marina la Real desde 1922. En el momento de su creación la finalidad era acompañar y dar entierro a los más necesitados: mendigos, peregrinos y ancianos, que no disponían de recursos o necesitaban auxilio. Aparte de la compañía, la cofradía se encargaba de velar por sus almas y la de sus devotos y cofrades.
Don Pedro de Villafañe dejó clara su intención y preocupación por la motivación caritativa y social de la Cofradía; “Rogar por las almas y enterrar a los cuerpos”. No era exclusivo de esta cofradía este cometido, de enterrar a los pobres, había más que practicaban esta obra piadosa pero, a diferencia de estas últimas, el Malvar actuaba de manera general y sistemática, no únicamente en beneficio de sus cofrades como lo hacía el resto. Además, durante su estancia en el Hospital de San Antonio Abad, la Cofradía contribuía, no solo al entierro digno de pobres, sino también a la dotación de misas a los capellanes, decoro de la iglesia y sustento de la misma. Una vez abandonada su sede del Hospital, en 1922, y ya en Santa Marina la Real, se sabe que continuó teniendo piso permanente en la iglesia del mismo. Este hecho duró 259 años desde su fundación.
Los fines de la cofradía comprendían 2 actos de misericordia; el primero dejó de cumplirse después de la clausura del Malvar, bien entrado el siglo XIX, en 1818, aunque se costearon entierros hasta 1875 en el que se limitaron a 52 sepulturas anuales en el cementerio de la ciudad. El segundo acto incluía, además de los sufragios “por pobres y hermanos difuntos”, la celebración de la Festividad de la Visitación de Nuestra Señora y la de los Fieles Difuntos, totalizando 102 misas al año, de ahí la labor sacramental y piadosa del “Santo Malvar”.
Aunque nunca ha dejado de ser cofradía activa hasta nuestros días, sí perdió protagonismo durante el siglo XX. Fue gran artífice de esta recuperación D. Marcelino González Montiel, reconocido cofrade de la Semana Santa leonesa que dedicó sus últimos años de vida a rescatar el “Santo Malvar”, su historia y enseres. Por esta labor, el Hno. Marcelino obtuvo el reconocimiento de Abad Honorario de la Cofradía en 2013.
Imagen titular de la Cofradia, una Piedad del siglo XVII restaurada en 2017 por los escultores e imagineros leoneses Pablo Lanchares y Alejandro Grande y que luce de nuevo en su retablo de Santa Marina la Real.
A día de hoy el caracter piadoso que tenía como fin el Malvar se ha visto modificado, si bien sigue teniendo un fin caritativo y social, con las distintas campañas de recogida de alimentos que anualmente realiza la cofradía, y manteniendo como finalidad principal velar por el alma de sus hermanos, hemos tenido que adaptar nuestra cofradía a los tiempos que vivimos y valorar otras opciones para garantizar su sustento como tal, lo que incluye dar cierta visibilidad la nuestra hermandad para que vuelva a ser reconocida por los leoneses.
Las cofradías penitenciales con las que compartimos sede, Cofradía del Santo Cristo del Desenclavo y Cofradía la Agonía de Nuestro Señor, han tenido a bien invitarnos a sus procesiones desde 2014 y 2020 respectivamente, donde tenemos el honor de acompañarles.
También hemos sido invitados a participar en la procesión del Corpus Christi desde 2015 por el obispado y desde 2022 participamos en el Rosario de Pasión que organiza la Hermandad Sacramental de Santa Marta y la Sagrada Cena.
Desde que esta Cofradía de Ánimas retomó su actividad en 2012 su objetivo principal fue ejecutar una restauración total de su imagen titular, situada en su retablo de la Iglesia de Santa Marina la Real.
Una imagen fechada como obra del siglo XVII, coetánea de la cofradía, de gran calidad artística y como ha dicho su restaurador, Pablo Lanchares; "La gran Piedad del siglo XVII" pues complementa a las otras 3 piedades:
- La Virgen del Mercado, S. XV
- La Virgen del Camino, S. XVI
- La Piedad del Malvar, S. XVII
El proceso de restauración se inició en junio de 2017 y duró 3 meses donde se limpió la imagen de suciedades acumuladas durante mas de 3 siglos y se repararon partes deterioradas, siempre respetando su estilo y sin usar productos químicos, solo barnices y solventes orgánicos.
El resultado es fiel reflejo del estado original de la talla.
Ha sido, además de toda la labor social y piadosa que la cofradía ha realizado desde su fundación, la mayor y mas importante obra realizada por nuestra hermandad en los últimos 300 años.
Para esta restauración se instituyó una comisión de trabajo formada por la junta de gobierno y 3 hermanos ajenos a ésta que siguieron de cerca todo el proceso y fueron testigos de la profesionalidad y mimo con la que tanto Pablo Lanchares como Alejandro Grande, desarrollaron su trabajo.
En la calle Arco de Ánimas, lugar donde se levantaba la puerta que daba nombre a este acceso a la ciudad, junto al Malvar (cementerio) de San Marcelo, se ha descubierto la placa que reconoce a la Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad y Ánimas del Santo Malvar originaria de esta emblemática y céntrica calle.
Muchos leoneses desconocen la importancia de nuestra cofradía en el pasado, pero como dato para refrendar la misma aportamos el hecho de que en el año 1772 el Ayuntamiento de León argumentó ante el Conde de Aranda los motivos por los cuales habría que conservar al Santo Malvar como cofradía que no debía extinguirse, junto con otras tres: la Santa Vera Cruz del convento de San Francisco, la de Nuestra Señora del Rosario del convento de Santo Domingo y la del Glorioso Pendón de San Isidoro de la Real Basílica de San Isidoro.
El texto del cabildo era el siguiente: "Pero como esta Regla General conviene que tenga alguna excepción (...) conviene conservar la Cofradía de Ánimas del Malvar por que sus rentas se invierten en enterrar los pobres que mueren en el hospital y en sufragios por sus Ánimas y demás del purgatorio, e igualmente las Cofradías Sacramentales y de Ánimas que están regularmente unidas, agregando a estas algunas de las demás cofradías, con proporción de los medios y pobreza respectiva de rentas y encargos, debiendo quedar las tales cofradías que se les agreguen para que asistan a los entierros, no disminuyan los sufragios, ni dejen de cumplirse las ultimas voluntades"
La concejala de Cultura del Ayuntamiento de León, Margarita Torres, fue la encargada de destapar esta placa y recordó la figura de Pedro Villafañe, fundador de esta hermandad que se encargaba de la labor asistencial con los más desfavorecidos así como la labor social y piadosa de nuestra Cofradía.
La calle de Arco de Ánimas ha cobrado vida y ha puesto algo de luz a nuestra historia, la de la cofradía y la de nuestra ciudad. La placa que indica el comienzo de nuestra andadura ya es visible para todos 350 años después.
Breve explicación de la historia de la Cofradía y la resturación a la que ha sido sometida la Piedad
Entrevista en el programa NUESTRA PASIÓN de"Mediaplanet
Inauguración placa de la Cofradía en la Calle Arco de Ánimas